lunes, 8 de septiembre de 2014

Hermoso Espíritu

Una noche al volver la iglesia un amigo me esperaba en casa para hacerle una revisión a mi computadora. Mientras él hacía su trabajo estuvimos conversando un momento acerca de la muerte. Nos preguntábamos como sería ese momento, que se siente cuando estás tan cerca de marcharte de este mundo. Cosas como lo tristeza de ver el rostro de tus seres queridos por ultima vez, entre otras cosas.  Mi amigo termino de revisar la computadora y yo me quede revisando mi correo y terminando unas tareas de la universidad, pero mientras hacía esto, me sobrevino una sensación de miedo horrible, comencé a sentirme tan afligida y entonces me estuve cuestionando acerca de mi salud y que pasará cuando yo me vaya de este mundo, en pocas palabras comencé a sentir a mucho miedo a la muerte como nunca me había pasado. Termine de hacer mis tareas y yo seguía con ese miedo a tal grado que sentía una opresión terrible en mi corazón, entonces me fui a mi habitación y me puse de rodillas junto a mi cama y le ore al Señor: le pedí desde lo profundo de mi corazón que por favor me quitara ese miedo que sentía que enviara un vallado de ángeles a mi alrededor, que me cubriera con su sangre preciosa. Que me consolara, que me cobijara y que me abrazara. Me metí a la cama y cuando habían pasado como a quince minutos comencé a sentir un aire frío en la habitación, era un aire fresco, y sentía el cuerpo muy pesado como cuando tienes puesta mucha ropa o estas  llevando algo muy pesado y mi corazón comenzó a palpitar muy fuerte, mi  corazón se acelero y entonces de pronto sin darme cuenta comencé a llorar y a llorar y comencé a sentirme como feliz, tanto que yo quería gritar sentía tanta euforia dentro de mi, un gozo enorme, una felicidad incomparable, yo lloraba y lloraba pero de felicidad, no se como expresarlo, pero era una felicidad que nunca sentí y nunca he vuelto a sentir. Estuve así durante dos o tres horas, hasta que me quede dormida. Esa noche dormí tan rico tan en paz.

 
Muchas veces le pedí a Dios que derramara su Espíritu Santo sobre mi y nunca tuve respuesta o al menos no como yo esperaba o como yo veía a tanta gente caer rendida al suelo. Sin embargo ahora estoy casi segura que esa noche el Senor me concedió el deseo de mi corazón. Derramo su hermoso Espíritu Santo sobre mi.

A veces no entendemos como trabaja Dios. Nos precipitamos o desesperamos, queremos que las cosas sucedan a nuestro tiempo y nos olvidamos que como dice (Eclesiastés  3: 1) todo en esta vida tiene su tiempo y que el tiempo del Señor es perfecto. El nunca se equivoca así que debemos seguir orando, no desmayar porque cuando menos lo esperamos el hace maravillas y muestra su grandioso poder en nosotros.

sábado, 2 de agosto de 2014

Me siento cansada. No se si seguir o no, el camino esta lleno de espinas y no se si quiero esto para mi o no.

miércoles, 8 de enero de 2014

Un Alto en el Camino

Tenía todas mis esperanzas puestas en esa llamada... Para mi era la llamada del millón, pues de verdad necesito ese empleo, sin embargo al igual que muchas veces, la llamada nunca llegó. Me dieron las cuatro de la tarde esperando y nada, el teléfono no sonó. Me llené tanto de tristeza, rencor, frustración y no se que más sentimientos, así que tome un abrigo y salí deprisa de mi casa. Decidí salir a caminar francamente no se si para relajarme, a que se me pasara el enojo no sé. El caso es que quería salir de ahí lo más rapido posible, entonces mientras caminaba me puse a pensar en que, he tenido tantos sueños y tantas metas. Ser una periodista, poliglota, esposa y madre, en fin lo que toda mujer quiere o almenos un buen numero de ellas. Me veo y  hasta este día y a esta edad ningúno de estos se ha cumplido y me pregunto; será por mi o porque en realidad son los sueños de los demás y no los míos? La verdad he llegado a un punto en que me cansé, si... me canse de buscar y rebuscar algo que de verdad me llene o más bien que me haga sentir plena o feliz. E intentado todo para satisfacer esa necesidad que tengo de ser algo o alguien en esta vida. Veo a mucha gente que alcanza lo que quiere y yo simplemente no lo soy. He hecho todo para sentirme llena pero al final me siento vacia y me pregunto: habrá algo más aya de la vida? algo más aya del cielo? No lo sé y creo que hasta ahora ningún ser humano podría decirmelo. Simplemente quise detenerme a pensar en que estoy haciendo con mi vida o que he logrado y lo que descubrí es que nunca es he sido realmente feliz. Este alto en el camino solo me ha mostrado lo pobre y barata que es mi vida.

viernes, 28 de octubre de 2011

Locura


Son las dos de la mañana, hoy igual que ayer y que la semana pasada, no puedo dormir. Intento hablar con Dios, quiero tener una conversación, no se si él me escucha ó si me está prestando atención. Mi cabeza  da miles de vueltas, me duele el pensamiento, me lastiman los recuerdos, todo en mi está enfermo. Hay quienes piensan que estoy loca, porque deseo estarlo, porque deseo vivir ahí en ese mundo donde todo es posible, ahí donde  el amor existe, donde nada es todo y mucho es poco. Deseo perderme ahí donde todos los caminos son llanos,  donde existen los príncipes, ángeles y porque no decirlo… también los demonios.

jueves, 24 de febrero de 2011

LA HISTORIA DETRÁS DEL CUADRO

Mi casa es la más vieja de todas las que hay en mi aldea, según me ha dicho mi madre tiene más de 50 años y en su tiempo fue la más grande y mejor construida del lugar. Casi todas las casas viejas tienen una o mas historias al igual que cada mueble  con las que se les decora… y mi casa no podía ser la excepción. Durante mucho tiempo vi un cuadro colgado  en la sala, muchos de los amigos de la familia o gente que nos visitaba por primera vez se enamoraba de esta pintura.  Incluso recuerdo que una de mis primas que hacía mucho no veíamos quiso comprársela a mi madre cuando vino de viaje a Guatemala. La verdad nunca le puse mucha importancia a este cuadro para mi era solo un adorno más de mi madre… ha es que  a ella se le ocurre cada cosa, entonces un día mientras  ordenaba la casa se me ocurrió bajar el cuadro para darle una limpiadita… cosa que  nunca había hecho jajaja. Entonces mientras los limpiaba pude ver un nombre escrito en la parte inferior del marco. Si,  era le nombre de Olga Espinach, nunca  había escuchado este nombre y me dio mucha curiosidad  entonces se me ocurrió preguntarle a mi madre de donde había sacado este cuadro? Ella me conto que la pintura la encontró mi tío José  mientras regresaba de trabajar en las siembras de maíz justamente la  mañana después del derrocamiento de presidente  Jacobo Arbenz en junio de 1954  en la casa del lago del señor Alfonso Martínez, un señor muy adinerado el cual era muy amigo del en ese entonces presidente.  Justamente por esta amistad   los oficiales del ejército allanaron sus propiedades incluyendo esta  casa, localizada en las orillas del lago de Amatitlán. Para mi tío la pintura  no era más que un pedazo de tela que los oficiales arrancaron de algún mantel, pero cuando mi madre la vio, le dijo que se la regala y entonces le mando a fabricar un marco. Después de saber todo esto comencé a investigar acerca de la mujer que había pintado el cuadro, enseguida imagine que se trataba de alguien importante y famosa, y si efectivamente se trataba de doña Olga Espinach una pintora famosa costarricense la cual es la fundadora de la Escuela Casa del Artista en Costa Rica. Supe más de doña Olga por un gran amigo el pinto Miguel  Ángel  Azofeifa quien me informo del lamentable fallecimiento de esta joya del arte en Centro América. En realidad no se si esta pintura es original o no aunque en algún momento estuve muy interesada en saberlo ya que quería ponerla en venta.  Miguel  me ha hecho recapacitar que podría tener en mis manos no solo una obra de colección sino también un bonito recuerdo de ella y de ese acontecimiento en Guatemala. Así que he decidido conservarlo, considerando que  me gusta  como se ve en la sala de mi casa y también mi gusto por las antigüedades.

sábado, 5 de febrero de 2011

APRENDER A LEVANTARNOS


Guatemala 04 de febrero del año 1976 03:03:33 de la mañana.
En la madrugada del 4 de febrero de 1976 Guatemala fue sacudida por un fuerte sismo que duro aproximadamente 49 segundos su intensidad fue de 7.6 grados en la escala de Richter según los expertos lo equivalente a la explosión de 2 mil toneladas de dinamita. Muchos dirían solo 49 segundos pero para los guatemaltecos fue una eternidad. 
Este fuerte sismo dejo mucha destrucción a su paso. Se calcula que fueron 23,000 muertos, 76,000 heridos y más de 350,000 damnificados eso sin contar las perdidas económicas en infraestructura, como puentes carreteras, viviendas y con esto la destrucción de los servicios básicos como: el agua y la luz.
Para ese año yo ni siquiera había nacido pero mi madre hacía 1 mes y medio que había dado a luz a mi hermano Marco. Mi madre me cuenta que eso fue terrible, dice que se escuchaba como si algo con mucha fuerza venía en camino y se escuchaba cuando la gente gritaba asustada, además me cuenta algo curioso; dice mi madre que poco antes del terremoto los perros aullaban como locos y las gallinas de la vecinas no paraban de cantar, parecía como si ellos presintieran lo que iba a pasar. Dice mi madre que cuando todo paso todos salieron a la calle a tratar de ayudar a los heridos  pero afortunadamente nadie murió en esta área sin embargo en la ciudad y en otros municipios y departamentos muchos murieron. Mi padre contaba que para evitar que brotaran enfermedades y pestes tuvieron que hacer fosas enormes para enterrar a los muertos, dice que colocaban uno sobre otro porque en los cementerios no se daban abasto y no había mucho tiempo para hacer un velatorio.
El terremoto del 76 fue una catástrofe que golpeo fuertemente a mi país, pero también creo en mi corazón que fue algo que demostró una vez mas que podemos levantarnos del suelo, que podemos superar todos los obstáculos que se nos presenten, que podemos unirnos para ayudarnos a ser cada día mejores personas con valores y principios.
Hoy nuevamente Guatemala recuerda ese día, recuerda sus victimas con dolor, tristeza y nostalgia pero también recuerda ese día como el día en que todos eran hermanos, el día en que no había estatus social, el día en que la naturaleza los hizo recordar aquello que dice “Del polvo somos y al polvo regresaremos”

MI BIBLIOTECA


Vivo en una aldea llamada Tacatón, que es una de las más famosas de Amatitlán, un pueblo famoso por su lago, sus montañas y por supuesto por los constantes temblores ocasionados por el volcán que lo formo. Amatitlán está a una hora de la ciudad de Guatemala.
Me gusta tanto mi aldea, es tan bonito aquí. Desde que tengo memoria aquí siempre nos ha gustado crecer, me refiero a que siempre nos ha gustado la prosperidad y avanzar en cuanto a educación, salud, bueno todo lo que sea en pro del mejoramiento de nuestra aldea. Mi madre me ha contado que la primera escuela era de paja y los cuadernos eran unas pizarras donde tenías que tener cuidado de no borrar la tarea porque sino… te iba mal con el maestro. El uniforme… que puedo decir dice mi madre que no usaban y que asistían a la escuela con la misma ropa de la semana pasada y no usaban zapatos. Que tiempos tan difíciles, pero el tiempo pasa y así también avanzamos, se construyo una nueva escuela y con ello surgió la idea de una biblioteca. El embajador de España en Guatemala, tenía una finca a orillas del lago  donde pasaba los fines de semana con su familia, entonces fue ahí donde su esposa tuvo la inquietud de trabajar con los jóvenes de la aldea y para ayudarnos que mejor que una biblioteca donde cultiváramos el habito de la lectura, entonces empezó la construcción de este sueño, en mi memoria recuerdo que estaba junto a la iglesia católica era pequeña y se llamaba Biblioteca Tacatón “Elida de Paredes Luna”. La verdad no recuerdo que me gustara mucho leer y tampoco creo que al resto de mis amigos jajaja , viéndose con este problemita a doña Elida se le ocurrió algo para atraer nuestra atención. Prometió que si leíamos por lo menos 2 libros en un mes nos regalarían una playera o t-shirt  como premio a nuestro interés por leer más. Recuerdo que todas las tardes después de terminar las tareas asistíamos a la biblioteca a leer libros de literatura o a investigar las tareas que nos dejaban en la escuela. En mi memoria recuerdo que me fascinaba un libro llamado Cara Samba y Los Arboles Muren de Pie, no recuerdo los nombres de los autores, solo se que eran escritores Guatemaltecos, aunque a veces prefería los libros de chistes escondidos entre los libros de muchas paginas y también me gustaba la biblioteca porque ahí veía a el chico que me gustaba y siempre me sentaba junto a el. Mientras estábamos en la biblioteca la encargada de cuidarnos hacia tejidos de colores para doña Elida, y tomaba nota de nuestros nombres y los libros que estábamos leyendo para después pasar el informe y así a fin de mes recibir nuestro regalo. Recuerdo que cada vez que doña Elida nos visitaba traía nuevos libros y nos llevaba chocolates. Así funciono por mucho tiempo la biblioteca hasta que con el tiempo muchos dejamos de asistir unos por falta de interés otros porque ya estudiaban fuera y se les hacía mas fácil en otro lugar que ahí y pues al final porque la información que estaba en los libros de la biblioteca ya no era tan actualizada, entonces se llego el día en que ya nadie iba a la biblioteca. Entonces se lleno de polvo de telas de araña y sus libros olían a húmedo. Hace unos años se hicieron unas remodelaciones a la iglesia y la biblioteca fue reducida en tamaño. Hasta ahora ya nadie va a la biblioteca por lo que permanece cerrada, bueno hace un par de meses la visite porque quería leer algo, realmente fue triste encontrar sus libros tirados por todos lados y oliendo a húmedo. No había recordado nada de esto hasta que un amigo me hizo volver en mis memorias. Así que mañana estaré de nuevo en la biblioteca para buscar un libro que el me recomendó, claro esta vez visitaré este lugar pero sola ya sin todos aquellos que todas las tardes me acompañaban y sin el chico que me gustaba.